top of page
Adopción de Corazón

2 adopciones, 3 hijos

Soy Michelle Molanphy y, con mi marido Luis Felipe Marín, somos papás por adopción en Santiago de Chile. Nosotros hemos sido bendecidos con tres hijos a través del milagro de la adopción. Esta es nuestra historia de adopción:


La adopción siempre fue nuestra primera opción, debido a algunas situaciones de salud de mi esposo y la historia médica familiar mía. Para nosotros hacía más sentido adoptar que someternos a diversos tratamientos.


Cuando iniciamos el primer proceso yo le dije a mi marido que sentía que íbamos a ser papás de dos personitas, no sólo una. Mi marido me decía que no me cerrara a una idea porque me podría frustrar si no pasaba. Le escuché, pero al igual empecé a prepararme para lo que se venía, porque estaba tan segura de que sí serían dos.


Arreglé sus habitaciones, Luisfe se encargó de las comunicaciones con el SENAME (organización chilena que regula los procesos de adopción), y los dos nos acercamos a familias que ya tenían experiencia, incluyendo a una pareja que había adoptado a siete hermanos.


Seguimos preparándonos y caminando el proceso legal hasta que finalmente recibí la tan esperada llamada. ¿Y qué creen? ¡Efectivamente nos llamaron por una pareja de hermanos! La niña tenía dos años y el niño tenía siete años. Yo nunca dudé; desde ese momento yo supe que eran nuestros hijos.


Muchas parejas que empiezan este camino tienen muchas dudas e incertidumbre. Pues nosotros también pasamos por ahí. Por supuesto, teníamos todos los miedos que puede tener cualquier padre o madre, especialmente cuando es por adopción.

  • ¿Será que nos van a querer? ¿Será que lo vamos a hacer bien? ¿Será que seamos buenos padres?

  • Sabíamos que la adopción de niños más grandes o de un grupo de hermanos no es fácil. Teníamos miedos al respecto.

  • Además estaban las opiniones de la familia, con sus propios miedos y aprehensiones, principalmente por la edad del mayor.


Pero a pesar de las dudas, para nosotros eran nuestros niños.

Y sea cual sea su edad o situación, sabíamos que eran niños que, al igual que un bebé, necesitan una familia que los ame, los apoye y los contenga.


Al principio no fue fácil ser papás de dos hijos de un día para otro, pero con fe y con la ayuda de especialistas, poco a poco fuimos armándonos como familia y aprendiendo unos de otros. Nos costó a Luisfe y a mí coordinarnos en términos de crianza y encontrar un nuevo ritmo de vida familiar entre las necesidades de nuestros hijos y las demandas del trabajo de él. Recibimos apoyo de una psicóloga que nos ayudó a tener mejores estrategias parentales y también organizar tiempos de pareja. Con rutinas, límites, amor y tiempo, hemos logrado formar nuestra familia. Los niños son felices y saben que siempre estamos para apoyarlos pase lo que pase.


Un par de años después decidimos volver a postular. Cuando nos dieron la idoneidad nuevamente presentí que nuestro hijo sería hombre, bebé y afrodescendiente. Y efectivamente llegó nuestro tercer hijo, un bebé de origen haitiano que llegó a completarnos. Nosotros lo recibimos en plena pandemia, por lo que tuvimos el espacio para estar a solas los 5 y adaptarnos.


Tanto para nosotros como padres y para sus hermanos ha sido un gran complemento. Nuestros tres son maravillosamente diferentes, y se aman muchísimo. Cada uno tiene sus gustos, habilidades y personalidades distintas: el deportista relajado, la sociable y organizada, y el alegre y musical. Como papás aprendimos a saber cuáles son las necesidades de cada uno, a respetar su individualidad y buscar el equilibrio.


Tuvimos la suerte de vivir procesos adoptivos más cortos de lo esperado, con el apoyo de excelentes profesionales y con el apoyo de nuestras familias y amigos que ha sido fundamental. También pudimos mantener el contacto con el hogar y la familia de acogida y las voluntarias que los cuidaban antes que llegaran a nuestra familia.


Yo tengo el privilegio de tener a nuestros hijos en el colegio donde trabajo, lo cual me permite estar muy presente. Por otro lado, mi marido fue en búsqueda de un trabajo que también le permite estar presente y darse los tiempos necesarios para estar en familia, en vez de viajar tanto como antes hacía.


2 adopciones, 3 hijos.

Es nuestra historia de adopción y estamos felices de compartirla en esta comunidad de familias adoptivas y de acogimiento temporal. Juntos podemos apoyarnos en temas de crianza y dudas que van apareciendo en el camino. La verdad es que somos muy afortunados por la familia que tenemos, somos felices y lo más importante es que nuestros hijos son felices y saben que somos incondicionales para ellos, pase lo que pase.



167 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page