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Adopción de Corazón

Resuelvo: Ser la Mujer Maravilla

¿Cuáles son tus resoluciones este año?


Voy al gimnasio 3 veces por semana.

Voy a conseguir un mejor trabajo.

Voy a ahorrar.

Voy a vacacionar.


¿Suenan familiares?

O tal vez eres de los que resuelve algo relacional, como:


Voy a dejar de gritarles a mis hijos.

Voy a tener una cita romántica con mi cónyuge una vez a la semana.

Voy a reconciliarme con fulanit@.

¡Voy a ser mejor madre/padre en el 2023!


O tal vez te has resuelto (para este año, o para toda tu vida) algo parecido a lo que yo me había resuelto:

Voy a ser la Mujer Maravilla.


Por supuesto, nunca lo había escrito ni pronunciado de esa manera exactamente. Pero esa intención estaba firmemente plantada en el fondo de lo que procuraba hacer


Esta "Mujer Maravilla" mía no peleaba contra supervillanos, sino que podía mantener la casa en un estado pulcro, educar a los niños en casa, ser músico y artista, mantenerse en forma, tener una huerta, hacer la comida más rica y saludable, y criar a múltiples hijos (biológicos, adoptados y de acogida), manteniendo a todos felices, supliendo sus necesidades y hacerlo todo con una alegría incomparable.


¿Y qué crees que pasó? ¿Cómo me fue?

Después de varios años como un hámster corriendo en la rueda sin nunca acercarme más a la meta, me fundí. No podía hacer todo lo que yo me había propuesto, ¡ni lejos! Claro, ya había dejado ir varias cosas de las que estaban en mi lista ideal. Pero lo que más me chocó fue esta realidad secreta en lo profundo de mi corazón:


Estaba viviendo mi "sueño" pero... no estaba feliz.

Era una mamá gruñona. No tenía la capacidad suficiente para cuidar a los 4 niños que teníamos bajo nuestro cuidado y mantenerme a flote con todo el resto.


Bueno, realmente, no fue un único "PLOP," sino varios a lo largo de varios años. Poco a poco, y a veces bruscamente, mi sueño de ser una superhéroe me fue arrebatado.


¡Gracias a Dios!


¡Ahora hago menos, y soy más feliz!

Para seguir siendo honesta, aún estoy en recuperación (tal vez siempre lo estaré, como los adictos). ¡Pero soltar aquel ideal falso de cómo ser madre y mujer, es una de las cosas que de veras SÍ resuelvo a seguir haciendo!


Es muy diferente buscar la perfección versus decidir trabajar en mí misma, para ser la mejor versión de mí. Aquello implica trabajar para soltar las cosas que no me ayudan. Son cargas como: heridas, falta de perdón, memorias dolorosas no resueltas, hábitos no saludables o pecaminosos, patrones de crianza, y también los falsos ideales.


El autor de la carta a los Hebreos lo escribió de esta manera: "...despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante."


Es un poco difícil correr así, ¿no crees? Así estaba yo cuando aún pretendía ser la Mujer Maravilla.


¿Qué estás cargando tú?


¿Lo quieres dejar ir este año?

¿Quieres ser libre?

¿Quieres ser la persona que fuiste creado para ser?


No te pongas resoluciones inalcanzables, ni te aferres a un ideal falso, por favor.


El autor de Hebreos sigue, dándonos el modelo a seguir para no esforzarnos más de lo necesario en nuestra carrera (nota que aún soltando los falsos ideales tendremos que correr con perseverancia. ¡Ya es suficientemente difícil sin todo el peso extra!)


"Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios."


Jesús, como modelo, perseveró en SU carrera, gracias al GOZO.

El gozo venidero de reunirse con su Padre. El gozo de agradar al Padre y hacer aquel por el cual había nacido. El gozo de estar con todos sus hijos en el futuro, gracias a su sacrificio y obediencia. Es un gozo relacional, de apego seguro.


¿Qué te da gozo?


No hablo de la felicidad. Ella va y viene por las circunstancias. Hablo de la sensación de estar satisfecho, y de sentir que otro está feliz de estar contigo, sea lo que sea que está pasando. Hablo de la tranquilidad, y de estar acompañado en medio de tiempos difíciles.

¿Tienes a personas en quienes puedes confiar lo que está sucediendo? ¿Que te pueden escuchar lo peor tanto como lo mejor, y seguir amándote? Aunque sea uno solo, es un comienzo.


Y si no tienes a nadie de carne y hueso, Jesús es esa persona que siempre está contigo y siempre está feliz de estar contigo, en las malas y en las buenas. (Ni los mejores amigos nos pueden ofrecer esto 100% del tiempo.) Si quieres conocer más sobre esto, escríbeme y te contaré.





citas bíblicas: Hebreos 12:1-2, Nueva Versión Internacional



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